martes, 15 de febrero de 2011

Michel Gondry, director de fantasías

Eterno resplandor de una mente sin recuerdos

El avispón verde


El avispón verde, actualmente en cartelera, es el quinto largometraje de ficción del francés Michel Gondry, un director juguetón, imaginativo y ecléctico.

Gondry tenía todo para ser músico: el acceso a discos e instrumentos, la creatividad y el entorno familiar; su abuelito fue el inventor de uno de los primeros sintetizadores sonoros en 1947 y su padre era fanático de jazz, pianista y organista amateur. En los ochentas, él mismo Michel empezó como baterista en un grupo pop llamado Oui Oui, que nunca tuvo un gran éxito. Sin embargo, el grupo se distinguía por sus videos imaginativos y adornados de efectos especiales originales, todos realizados por el propio Gondry.

De alguna manera, la música le sirvió de trampolín para hacerse un nombre en el medio del video y luego del cine. Varios artistas franceses empezaron a pedirle que dirigiera sus videos. La fama internacional le llegó cuando Björk vio en MTV el video de La Ville, una canción de Oui Oui. La cantante y compositora islandesa contactó al francés para el video de Human Behaviour. Desde entonces han colaborado en cinco videos más y se acercaron numerosos artistas a él para realizar algunos de sus videos musicales. Entre ellos, Lenny Kravitz, Daft Punk, Foo Fighters, Beck, Radiohead, The Vines, The White Stripes y en el 2007 el video de Dance Tonight de Paul McCartney con la onírica aparición de Natalie Portman. La lista es tan impresionante como los videos mismos, que reúnen generalmente efectos visuales hechos directamente con la cámara y planos secuencias en traveling virtuosos. (Come into my world de Kylie Minogue, Protection de Massive Attack, Sugar Water de Cibo Matto)

¿Qué tiene Gondry de tan especial para atraer a tantos artistas? Desde niño, tuvo esta necesidad de inventar cosas para representar los mundos que imaginaba. Así fue como desarrolló una aptitud para hacer mucho con casi nada. Adepto del bricolaje, Gondry es conocido por crear sus propios efectos especiales. Basta con ver el video de Like a Rolling Stone, la canción de Bob Dylan interpretada por los propios Rolling Stones, para darse cuenta de la habilidad de Gondry. En 1995, cuatro años antes de The matrix, el francés había ya inventado el famoso efecto bullet time. Este sistema consistía en acomodar centenares de cámaras fotográficas al lado las unas de las otras y tomar fotos al mismo tiempo para luego juntarlas como fotogramas en la edición y dar así una impresión de movimiento.

La publicidad ha también sido un campo de experimentación importante para Gondry, grabando comerciales innovadores para grandes empresas. En 1997, aplicó la técnica del efecto bullet time en un impresionante comercial para una marca de vodka. El francés dirigió Drugstore, otro comercial para una famosa compañía de pantalones de mezclilla, en un estilo totalmente distinto, el cual resultó ser el más premiado de la historia.


Extrañamente su aventura con el cine iba a empezar relativamente tarde con la realización de Human Nature en 2001. Después de un corto titulado La lettre que encontró un éxito tanto crítico como público, Gondry tiene la suerte de conocer al genial guionista Charlie Kaufman, autor de ¿Quién quiere ser John Malkovich?, cuyo director Spike Jonze le recomienda Gondry para dirigir su siguiente guión, Human Nature. Esta sátira burlesca, filosófica y antropológica con Patricia Arquette, Tim Robbins y Rhys Ifans (el inolvidable compañero de casa de Hugh Grant en Notting Hill) conquistó a un público limitado y a unos cuantos críticos.

Eterno resplandor de una mente sin recuerdos, quizá la mejor comedia romántica de los años 2000, fue la segunda colaboración entre estos dos creadores, quienes comparten la creencia de que el poder de la imaginación no tiene límites. Kate Winslet y Jim Carrey se lucen en un registro de actuación diferente a lo que estábamos acostumbrados a ver. En esta conmovedora historia sobre el luto y el olvido del amor, Gondry puso sus talentos al servicio de una hermosa historia y logró sin duda su mejor película hasta el día de hoy.

La ciencia de los sueños es el único largometraje de ficción que grabó en Francia - el año pasado dirigió ahí La espina en el corazón, un documental sobre su tía - y el primero basado en un guión suyo. Gael García Bernal interpreta a un joven excéntrico tratando de seducir a su vecina, creando un universo donde la imaginación reina. En Be kind rewind, Gondry regresó a Estados Unidos para realizar una comedia bizarra en forma de homenaje al cine y a la ingeniosidad de unos jóvenes grabando remakes de películas famosas sin nada de presupuesto.

Cuando vi el cartel del Avispón Verde, me imaginaba una enésima película de superhéroe aburrida y previsible. Me sorprendió ver que Gondry había aceptado dirigirla, luego entendí que se trataba de una serie que hizo competencia a Batman en 1966, que, sin nunca alcanzar la fama de esta, se volvió serie de culto sobre todo por la presencia de Bruce Lee.

Junto con Hancock y Kickass, la última producción de Gondry es otra película de superhéroe que no lo es. La primera hora plantea hábilmente a personajes atípicos a través de situaciones francamente cómicas. Desgraciadamente la segunda parte de la cinta cae en las debilidades habituales del género: demasiadas explosiones, un final sin sorpresas y al final un sabor de boca agridulce.

El estilo visual de Gondry es único y sigue fascinando a otros artistas y a un público cada vez más amplio y heterogéneo. El director francés es un Méliès de los tiempos modernos, un creador inagotable que inventa sus propios efectos especiales y sigue jugando con la cámara como cuando tenía ocho años. Nada más por eso, y aún si no nos conmueven todas sus películas, tenemos que agradecerle y esperar sus siguientes proyectos: una película de ciencia-ficción y otra en tres dimensiones con Björk, su musa de siempre.



Publicado en Letras de Cambio el 30 de enero 2011.

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